martes, 15 de julio de 2008

TRABAJO DE CAMPO: Observación en el espacio comunitario


Utilizando como medio de transporte una bicicleta, salimos a andar, a ver que encontrábamos. Teníamos pocas referencias del lugar y tuvimos que conseguir más datos a través de los vecinos del barrio. Ese fue nuestro primer contacto con el espacio socio comunitario. Nuestra primera visita fue en un día lluvioso por lo que todo se nos apareció como más gris. Por las calles no transitaba gente y las casas estaban totalmente cerradas. Éstas eran muy variadas: encontramos casas muy humildes y lugares abandonados pero también encontramos grandes chalets; lo que nos habla de un espacio atravesado por realidades y necesidades diferentes.

Golpeamos puertas preguntando por la copa de leche que buscábamos pero nadie sabía de ella. Sólo una vecina pudo darnos el dato exacto. La copa de leche está ubicada en 72 entre 126 y 127 y funciona en la casa de Ofelia, una mujer que hace 23 años vive en el barrio.

Apenas llegamos a la puerta de la casa, tuvimos la impresión de que se trataba de un lugar muy humilde: una casa vieja bastante despintada donde el portón es un palet atravesado que puede correrse con la mano. Entre el palet y al puerta de entrada hay un pequeño patio.

Nuestra primera visita no fue muy afortunada porque el espacio comunitario no había recibido los insumos suficientes, por lo que no había podido abrir sus puertas. Entonces, se nos invitó a volver la semana siguiente.

El día que volvimos al lugar, pudimos hablar con la dueña de casa y observar las características de la copa de leche. Por ahora ese espacio comunitario funciona en el reducido comedor de la vivienda de Ofelia, aunque ella tiene intenciones de acomodar su patio para armar un lugar más adecuado para que anden los chicos.

El lugar donde los chicos están reunido es un comedor de dimensiones reducidas, donde se ha predispuesto la mesa y varias sillas y bancos para la visita de los niños.

Esta copa de leche articula en conjunto con el Movimiento Barrios de Pie, de donde se consigue la mercadería, que cada un mes es llevada por un responsable (leche, harina, té, yerba entre otras cosas)

El espacio había empezado a funcionar hacía pocas semanas y de a poco se fue armando. Cuenta con 17 chicos que van a tomar la merienda dos veces por semana, aunque a veces no se acercan todos. La mayoría de ellos toma la leche, mira la tele (que siempre está encendida frente a la mesa) y se vuelve a su casa. Algunos conversan con Ofelia y le cuentan cosas que suceden en el barrio. Ofelia dice que para ella tener ese espacio es una forma de “desenchufarse”.

Concurren chicos de entre dos y doce años y la mayoría se acerca cuando sale de la escuela, aunque las mochilas, los deberes y esos asuntos no los traen al lugar.

Todo empezó por iniciativa de ella, a partir de ver las necesidades que los chicos del barrio tienen. Nos contó que ella tiene mucha voluntad y ganas de ayudar pero a veces le resulta dificultoso porque no cuenta con ayuda de la gente del barrio cómo le gustaría y otras tantas no obtienen la mercadería que necesita. Sin embargo aunque a veces no tiene los insumos les brinda a los chicos algo que puede tener en su casa: prepara un arroz con leche, un mate cocido, unas tortas fritas (aunque no quiere abusar mucho de estas últimas porque su conocimiento de madre le indica que pude afectarle el hígado a los chicos)

Nos contó que entre sus deseos está poder brindarles a los chicos la merienda más días a la semana y organizar algo que disfruten en el día del niño; pero entre sus anhelos y lo que efectivamente puede realizar ahora hay bastante por construir.

Al ser un espacio nuevo, da la sensación de que los chicos todavía no lo reconocen como suyo; por eso no concurren frecuentemente y, cuando lo hacen, no pasan más que unos minutos (el tiempo que les lleva tomar la leche) y luego se van. Muy pocos son los que transitan otras zonas del comedor, sobretodo para jugar con los nietos de Ofelia que siempre están compartiendo ese lugar con los chicos del barrio.

¿Por qué es un espacio de comunicación?

Teniendo en cuenta que la comunicación es la interacción de sujetos que da lugar a la construcción de sentidos; y que estos sentidos no se producen sólo a través de la palabra hablada sino que cada práctica social comunica algo y forma a los individuos como sujetos sociales; consideramos que nuestro ámbito de trabajo es un espacio de comunicación. Allí los chicos se vinculan entre si, intercambian palabras y experiencias, juegan, se miran, se preguntan, hablan con Ofelia, conversan sobre lo que ven en la tele, se pelean y a su vez incorporan cosas de lo que miran. Luego, cuentan en sus casas algo de esa experiencia.

El mismo espacio les puede “comunicar” la voluntad y solidaridad de la vecina que les prepara la leche.

¿Por qué es un espacio educativo?

Si no consideramos el término educación asociada a la escuela como el único lugar donde pudieran suceder procesos educativos podemos considerar que este espacio es un espacio de educación.

Para entender esto es útil citar la definición de Rosa Nidia Buenfil Burgos que afirma que: “lo educativo consiste en que, a partir de una práctica de interpelación, un agente se constituye en sujeto de educación activo incorporando de dicha interpelación algún nuevo contenido valorativo, conductual, conceptual, etc., que modifique su práctica cotidiana en términos de una transformación o en términos de una reafirmación más fundamentada”

En este sentido, los chicos podrían reconocerse en ese espacio e incorporar en sus prácticas mucho de lo que reciben de los otros: los demás chicos, Ofelia, nosotros. Dan cuenta de esto los relatos de los chicos que nos cuentan que en sus casas realizan muchas de las actividades que hacemos juntos en la copa de leche.

Sin embargo, consideramos que es un espacio en construcción, poco aprovechado donde se podrían llevar adelante más actividades.

Actores involucrados

La gestión de la copa de leche está a cargo principalmente de Ofelia, quien prepara la leche y realiza el cuidado de los chicos. A veces, recibe la ayuda de su hija y algunas vecinas del barrio que, eventualmente, se acercan a colaborar.

Los destinatarios de este espacio solidario son diecisiete chicos que concurren a tomar la merienda dos veces por semana (lunes y miércoles, a la salida de la escuela) dada la precariedad de recursos con los que se cuenta. En este espacio están incluidos también los tres nietos de Ofelia que realizan las mismas actividades que los demás sin que exista ningún tipo de diferenciación.

Los chicos tienen una relación muy familiar entre sí y con Ofelia porque todos pertenecen a un espacio común: el barrio. Muchos de ellos concurren juntos a la escuela y comparten otros lugares como el ciber y “la canchita” en donde juegan tanto varones como mujeres.

A nuestro parecer, y por el corto período en que pudimos observar el funcionamiento de copa de leche, los chicos se sienten muy a gusto con Ofelia porque ella les brinda un trato afectuoso, al igual que a sus nietos. Podemos apreciar que hace las veces de abuela.

Relación entre coordenadas macro y micro

Como primer reflejo de la situación nacional podemos observar que las necesidades que aparecen en el espacio del barrio y que motivaron la construcción del ámbito socio-comunitario, responden a una situación estructural que tiene que ver con un contexto de marginación y pobreza que se da en muchos sectores de nuestro país. Esta situación manifiesta la incidencia de políticas neoliberales que se han implantado desde principio de los noventa y que ahora tratan de revertirse a partir de la organización de diferentes movimientos sociales como es la organización “Barrios de Pie”.

Por otro lado, tomando como referencia las características de la sociedad de la información en la que vivimos y la incidencia de los medios masivos y las tecnologías en el mundo, vemos que esto se refleja fuertemente en nuestro ámbito de trabajo. Los chicos están sumamente familiarizados con la televisión, que siempre está encendida y de la que hablan todo el tiempo. Nos cuentan los programas que miran y nos demuestran que es un medio educativo ya que los chicos conocen muchas cosas a través de la televisión: lugares, personas, animales. Por ejemplo muchos de ellos pudieron identificar, durante las prácticas que realizamos, el dibujo del cerebro porque lo habían visto antes en un capítulo de la serie norteamericana “Los Simpsons”.

Este programa es el más mirado por ellos y esto refleja que vivimos en una sociedad globalizada donde tenemos acceso a un mercado de bienes simbólicos que provienen de diferentes países del mundo.

Además, sabemos que están muy familiarizados con las nuevas tecnologías porque, al conversar con ellos, nos cuentan que van muy seguido al ciber a jugar a los jueguitos.




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